
El salón de casa
Textos libres, es un proyecto escrito inicialmente por Olenka Macassi nutrido por Jose María Denegri y luego por Aire-na Tahull, Mercedes Mas , Rodrigo Quijano , Kevin Fernández Pinel , Laia , Merdeces Mas , Carolina Tapia, Lucas Zaragueta, Valeria Rovatti, Rommina Dolorier, Camila Castañeda, Adriana Miyagusuku, Lorena Spelucin, Camila Casteñeda , Sofia Falcón Derteano , Laura Benevides , Emili Morreres , Teresa Vicente Illoro y Gonzalo Hernández nacido en enero del 2020, a raíz de una invitación de Oscar Moya de participar en una exhibición que se realizaría en Mollet del Vallès (Cataluña, España), en febrero del mismo año. Entre prisas, video llamadas y un intenso verano que acababa de iniciar, la semilla que daría forma a la muestra fue planteada bajo la premisa de que cada uno de los participantes producirían una obra "nueva", como una especie de "cálida bienvenida" al 2020.
De esta forma, en medio de charlas y trabajo durante algún mediodía de febrero, mi padre, envuelto en nostalgía mientras esperaba que se disipase el congestionamiento vehicular me envía una nota de voz donde se escuchaba un vals en volumen bajo, que se confundía con el ruido del motor del auto donde estaba. El audio, que duraba poco más de un minuto contenía dentro de sí un gran simbolismo.
Compuesto por Nino Rota en 1972, "The Godfather waltz" era precisamente el vals que bailó el famoso Vito Corleone (Marlon Brando) con su hija Connie (Talia Shire) en su boda durante en una de las primeras escenas de la famosa película "El Padrino" (Francis Ford Coppola, 1972).
Mientras el audio sonaba, escuchaba el tarareo de mi padre ir al ritmo del vals mientras subía el volumen para no oír el ruido de los motores; casi al finalizar, con una voz tenue ingenua dijo: "¿Recuerdas, Ole?". Al terminar de escucharlo lo volví a reproducir y recordé la primera vez que vi "El Padrino", probablemente la primera película que vi en el salón de mi casa a los 12 o 13 años al lado de mi padre, con quien yo, con los pies descalzos y sobre sus zapatos, ensayaba lo que sería mi futuro baile de matrimonio, él como Vito Corleone y yo como Connie; interpretando el vals a nuestro ritmo, de izquierda a derecha pero mirando de reojo el televisor para seguirles el paso a los protagonistas.
El vals de "El Padrino", y nuestro "ejercicio de interpretación" me llevaron a pensar en la importancia que ha tenido el cine en mi vida, en mi trabajo, en mi crianza al haber crecido con dos padres muy cinéfilos, pero sobre todo en aquellos actos propios de la cotidianidad. El vals, me llevó a reabrir antiguas cartas sin enviar que había escrito para algún destinatario inexistente, ellas contenían pequeñas sinopsis de historias ficticias que había escrito sobre espacios, sueños, disputas, proyectos, y antiguas películas que me habían emocionado de alguna forma.
Fue así que, ahogada entre papeles e historias sin nombre pensé en cómo yo hubiese sido si no hubiese visto nunca una película. Insólito o remoto, el camino hubiese sido distinto pero me hacía pensar en lo importante que ha sido el cine para mi; el cine de mi infancia había sucedido en el sofá rosa del salón de la primera y única casa donde viví con mis dos padres. El cine de mi infancia olía a húmedo, a lavanda y escondía entre los pliegues del sofá algunos pelos blancos de perro que yo escondía para que mi madre no los viera. Pero para mi padre el salón olía a esmog y a madera, y para mi madre a perro y a velas.
Para cada uno (el olor) y el acercamiento era distinto.

Textos libres es precisamente eso. Un salón con un sofá rosa donde el/la lector/a es invitado/a a sentarse y leer una serie de textos en diversos formatos de escritura; si bien todos tienen el nombre de la "autor/a" debajo del título, todos los textos que contiene esta plataforma están absolutamente libres de cualquier propiedad intelectual y tienen como propósito la libre circulación. Con el propósito de estar lo más cerca al público/lectores/as posible todos los textos están disponibles en PDF, de esta forma cualquier potencial lector/a es libre de imprimir, llevar a escena, copiar, descargar, citar etc. el texto que le interese.

En el mismo salón, el/la lector/a además de textos encontrará una caja de herramientas de donde podrá escoger entre distintos elementos que lo ayudarán a acercarse aún más al texto que ha leído y que además podrían ser de gran ayuda para nutrir e incrementar las posibilidades de interpretación que el lector/a pueda tener en su mente.
Dibujos, vídeos, fotografías (y próximamente partituras musicales) son algunas de las distintas herramientas y engranajes que cada colaborador/a propone, con el fin de que estas sean una ayuda y un impulso para la creación de "escenarios" para la interpretación
Esto es entonces, Textos libres. Un salón de casa, un libro de recetas, un espacio de visionado y lectura, una forma geométrica autosostenible de libre circulación, desvinculado de cualquier tipo de sistema editorial, que con el tiempo aspira a tener tantos textos como colaboradores/as. Por otro lado, cualquier persona interesada, dedicado/a o familiarizado/a con la escritura puede ser parte de Textos libres tan solo llenando sus datos en la ventana de Forma parte.
Desde el salón de casa, Textos libres nació como un recuerdo desde una nota de voz, y se convirtió en una suerte de agradecimiento al cine por tantas historias contadas/escuchadas/leídas a lo largo de mi vida, y por los usos e interpretaciones que yo les di y sigo dando hasta ahora.
Textos libres es el salón de la única casa en la que viví con mis dos padres. Y esta plataforma la puerta de entrada a ese espacio; es decir, una puerta a la posibilidad, interpretación, lectura o a la posible creación o puesta en escena de imaginarios sin autor.
Olenka Macassi, 2020.